El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

lunes, 30 de septiembre de 2013

¿Dictadura a la vista?




               Me preguntaba, en mi artículo anterior, si seremos capaces de alcanzar una verdadera democracia, sin necesidad de recurrir, previamente, a una dictadura que ponga orden en el caos reinante. Voy ahora a responderme, y a responder a quienes, conmigo, se hagan tal pregunta, en la seguridad de que mis palabras han de ser mal interpretadas, por su contenido políticamente incorrecto. Pero, antes de hacerlo, quiero formular una nueva pregunta. Los causantes de la enfermedad, ¿podrán devolverle la salud al cuerpo?
          Los abusos cometidos, con este sucedáneo de democracia que se nos dio, llegaron ya tan lejos, que no veo posible atajarlos, sin el empleo de una mano firme y dura. No, no creo que quienes causaron la enfermedad puedan devolverle la salud al cuerpo social. Lo que pienso es que deben ser combatidos con todas las armas que la Constitución pone a nuestro alcance. Por ello, me atrevo a decir que no encuentro factible que lleguemos a la ansiada verdadera democracia, sin el concurso previo de una dictadura capaz de asentar sus firmes cimientos. ¿Que tiene su riesgo? ¡Naturalmente! Se trata de una operación quirúrgica, a vida o muerte.

Barlovento Maciñeira

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"Vida oculta de Pepiño Blanco"
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jueves, 26 de septiembre de 2013

Sensación de vivir




          Aquel viejo reclamo publicitario de Coca-Cola -¡Sensación de vivir!-, dirigido a la juventud, sugería, más que la vida, un sucedáneo de ella.
          Los españoles llevamos más de treinta años con la sensación de vivir en democracia; porque la triste realidad es que se nos dio gato por liebre, un vomitivo sucedáneo democrático. Los políticos de entonces, nacidos, sin excepción, del franquismo, en su afán de romper con todo lo que recordase a Franco, nos regalaron una democracia de andar por casa, que sólo a ellos podía satisfacer. ¡Sensación de vivir! Y, como se trataba de destruir todo lo que Franco había construido, se procuró llegar a la quiebra total de España.
          Nuestros mediocres políticos han ido tan lejos, en esa labor criminal de destrucción, que cabe preguntarse si seremos capaces de transformar, este vulgar sucedáneo, en una verdadera democracia, sin necesidad de recurrir a una dictadura que, previamente, ponga orden dentro del caos que hoy impera en España.

Barlovento Maciñeira


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viernes, 20 de septiembre de 2013

Butifarra y Bogavante




Twitteando con escopeta (79)


Frase abierta a Mas: Si tu industria textil se hunde, puedes dedicarla, Arturo, a confeccionar camisas de fuerza.

Frase abierta a Rajoy: Sospecho, Mariano, que, para saber si subes o bajas, debo observarte, mientras hago el pino.

Frase abierta a Mas: No lo tomes a mal, Arturo, pero tengo que decirte que no te veo futuro ni siquiera como caganer.

Frase abierta a Rajoy: Mira bien dónde pisas, Mariano, que hay 17 mierdas en el camino, unas más grandes que otras.

Frase abierta a Mas: Hazme caso, Arturo, monta un Cabo Cañaveral en cabo de Creus, y manda 4 nacionalistas a Plutón.


Tío Chinto de Couzadoiro


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martes, 17 de septiembre de 2013

Homenaje a María Pita




           He pasado unos días en La Coruña que me han permitido reencontrarme con unos viejos lugares que, en el tiempo ya lejano de la infancia, me habían resultado familiares. Pero, por encima de todo, esos días me dieron la grata oportunidad de un reencuentro espiritual con María Pita, la brava y heroica coruñesa que, el 4 de mayo de 1589, encendió el ánimo del pueblo contra el ejército inglés que, por mar y por tierra, ponía cerco a la ciudad, e impidió que fuera tomada por los hombres que comandaban el Almirante Drake y el General Norris. Que, cuando son muchos los años, uno tiende a buscar el calor del pasado, más que el frío del incierto futuro. Y, en medio de tan acogedora presencia espiritual de la inmortal heroína, tuve noticia, como adecuado contraste, del avance grotesco del ejército nacionalista catalán, que, con el sargento Mas y el cabo furriel Junqueras al frente, exigía, al Gobierno de la muy opresora España, la independencia de Cataluña. Los aguerridos combatientes iban de la mano, formado una larga cadena humana, y, en palabras de mi buen amigo Tío Chinto de Couzadoiro, cual no sería la cagada que dejaron sobre el terreno, que, al final, todos ellos tuvieron que tirar de la cadena.
       Como respuesta, tal vez, a tan ridícula pretensión soberanista, allí, en la ciudad de María Pita, y, sin duda, bajo la benéfica influencia espiritual de aquella mujer con agallas, tan coruñesa, tan gallega y tan española, se me ocurrió la idea de marcar, en la festividad del 12 de octubre, el contorno de todo el territorio nacional, colocando a un español o a una española, cada dos metros. Naturalmente, sin darse las manos, que María Pita no quería, en España, gente encadenada.

Barlovento Maciñeira

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