El día 8 de octubre de 2008 escribí un poema, dedicado al 11-M, que, recitado por mí en diferentes tertulias literarias de Madrid, provocó mi expulsión de la que tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes. Lo publico ahora en esta tribuna, precedido de las palabras que le sirven de preámbulo, para que se tenga idea clara del grado de persecución a que se ve sometida, en ciertos ambientes culturales, la libertad de expresión.

Dos días después de aquel terrible 11 de marzo, muchos formaron rebaño, en plena jornada de reflexión, para exigir al Gobierno la verdad de lo ocurrido. Me pregunto dónde están hoy. El día 11 de cada mes, unos llamados Peones Negros, que, de verdad, quieren saber quiénes se encuentran detrás de aquella matanza, acuden a la estación de Atocha, con ánimo de honrar a las víctimas de tan tremendo atentado. En ellos pensaba cuando, en octubre de 2008, escribí estos versos. Me encantaría tener la oportunidad de recitárselos a Zapatero; pero no a solas, sino en un abarrotado Congreso de los Diputados, ante mil cámaras de televisión, en nombre de las víctimas del 11-M.


Fernando Lago

Poema dedicado al 11-M

domingo, 16 de marzo de 2014

Defensores del embuste



Twitteando con escopeta (112)


Los que clamaban en la calle Génova, por conocer la verdad del 11-M, dejaron de hacerlo, en cuanto Zapatero ganó las generales.

Quiero suponer que te falta sinceridad; porque, si aceptas a ciegas la versión oficial del 11-M, me obligas a tomarte por imbécil.

Si el cuerpo de quien concibió el 11-M fuese troceado, y arrojado a seis perros hambrientos, los canes morirían sin probar bocado.

La atolondrada versión oficial del 11-M es un engendro, difícil de aceptar por quien no tenga la condición de tarado mental.

Yo no sé si la infame novela que lleva por título "Versión oficial del 11-M" está basada en un hecho real o es una obra de anticipación.


Tío Chinto de Couzadoiro

Versos de Fernando Lago

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